Las técnicas para tejer la Cruz de Santa Brígida han estado en nuestra familia desde hace tres generaciones. Se confeccionan con juncos de los ríos y lagos de Irlanda que cosechamos después de una cuidadosa selección. El resultado profesional sólo puede conseguirse a partir de la experiencia y el conocimiento atesorados a través de generaciones. La Cruz se seca, se conserva y se carda para después conservarla en un lugar fresco y seco. La tradición irlandesa nos cuenta que su sitio debe ser sobre la puerta de entrada de la casa. De hecho,algunas personas asocian la Cruz de Santa Brígida con la Cruz Celta.